viernes, 7 de diciembre de 2007

Nota de EUROPA PRESS

Jesús Trillo-Figueroa repasa en un libro las corrientes del feminismo y su "apropiación ilegítima" por la izquierda

MADRID, 3 (EUROPA PRESS)

"El feminismo socialista español se ha apropiado ilegítimamente del feminismo". A partir de esta afirmación, el abogado Jesús Trillo-Figueroa repasa las diferentes corrientes ideológicas de este movimiento a lo largo del siglo XX en su libro "Una revolución silenciosa. La política sexual del feminismo socialista".

La obra analiza diferentes textos de pensadoras desde Simone Beauvoir, hasta las últimas manifestaciones de la teoría feminista española, representada por Celia Amorós, Amelia Valcárcel o las políticas integradas en el PSOE, como María Teresa Fernández de la Vega.

"Desde el 68, la izquierda se ha apropiado ilegitimamente del feminismo para convertirlo en una ideología política que nada tiene que ver: feminismo radical o feminismo socialista", señala el autor en declaraciones a Europa Press.

Trillo-Figueroa mantiene que el feminismo es un movimiento de liberación y emancipación de la mujer en todos los ámbitos de la vida social que "quizás haya sido la conquista más importante del siglo XX". No obstante, advierte de que, desde la izquierda, "hábilmente se ha aprovechado esta una reivindicación ideológica cuando se queda sin discurso", coincidiendo con la crisis del socialismo real.

A su juicio, el socialismo "sustituye la justicia social por la sexualidad, el hedonismo y la búsqueda del placer a corto plazo". "Dado que no se ha conseguido la felicidad, el paraíso que se prometía se sustituye con la búsqueda del placer", subraya.

"QUIEREN DESTRUIR LA DIFERENCIA SEXUAL"

Además, Trillo-Figueroa cree que las feministas socialistas "quieren destruir la diferencia sexual y el concepto de mujer", esto es, "acabar con algo que está en la naturaleza y la realidad de las cosas antes del pacto social". Según dice, desde la perspectiva del socialismo se entiende el feminismo y la historia "como una dinámica basada en la lucha de sexos en vez de la lucha de clases como pensaba Marx".

Todo ello, -mantiene el autor- "conlleva a una ideología basada en el odio, el enfrentamiento y la disputa del poder entre la mujer y el hombre". "Niegan la existencia del concepto natural de la mujer. esto es algo que a mí me rebela porque es acabar con lo que más me gusta en la vida: las mujeres", concluye.