LA POLÍTICA DE ZAPATERO SE BASA EN EL TOTALITARISMO DEL FEMINISMO RADICAL, MUY DISTINTO AL FEMINISMO DE LA LIBERTAD DE LA MUJER
El Gobierno de Zapatero ha hecho suya la agenda totalitaria del feminismo radical socialista, un movimiento muy alejado de aquel primer feminismo que tanto hizo por las libertares y la igualdad de las sociedades abiertas. Esta idea se desprende del libro de Jesús Trillo-Figueroa “Una revolución silenciosa. La política sexual del feminismo socialista” que será presentado el martes 11 de diciembre.
El autor, tratando de encontrar una explicación y un leit- motiv de la contracultura ideológica que invade España durante los últimos tiempos, ha realizado una extensa y documentada investigación sobre las diferentes corrientes ideológicas del feminismo del siglo XX. su investigación le ha llevado a preguntarse si “una ideología basada en el enfrentamiento entre sexos no puede engendrar más violencia”.
Nos encontramos ante una auténtica revolución, pacífica pero coactiva, que pretende redefinir lo humano para constituir una nueva ciudadanía, que no es otra que la que se proyecta en la doctrinaria asignatura Educación para la Ciudadanía.
En este libro se expone la evolución del pensamiento del feminismo radical por las principales exponentes del feminismo socialista, herederas directas del freudomarxismo, hijo del 68, hasta llegar al actual feminismo socialista.
Dicha política sexual tiene por finalidad destruir la diferencia e identidad sexual, el matrimonio, la familia, la idea natural de mujer u hombre; considera que el género femenino es una construcción social en la que la maternidad es una manera de explotación del varón sobre la mujer.
El autor afirma que si se niega la diferencia sexual, se está diciendo que los niños son bisexuales y que, por tanto, pueden optar por cualquier orientación sexual que elijan sin que haya una previa realidad natural como el sexo.
El feminismo radical socialista es muy distinto del feminismo que, como movimiento de emancipación de la mujer, ha sido una de las mayores conquistas del siglo XX. Este feminismo socialista nos está conduciendo a una sociedad más insolidaria, hedonista, consumista y violenta, lejos de aquella justicia y solidaridad que promulgaba el socialismo original. Para el feminismo socialista “no hay verdades, solo apetencias”.
Algunos pensamientos de feministas socialistas:
Simone de Beauvoir: “La mujer no nace, se hace”.
Germaine Greer: “La revolución sexual debe consistir en romper las relaciones socialmente legitimadas como el matrimonio; la mujer debe ser autosuficiente y evitar de manera deliberad establecer dependencias exclusivas.”
Celia Amorós: “El cyborg es la solución a un mundo sin géneros, sin génesis y quizás sin fin”. “La esencia de la feminidad se disolverá con la disolución de la alteridad que convierte a la mujer en el otro sin reciprocidad”.
Alicia Miyares: “El objetivo del reconocimiento, es decir, de la ideología feminista, es abatir la identidad sexual. Que la categoría de sexo deje de ser una categoría para definir la realidad”. “Esa educación debería impartirse mediante una asignatura oficial a la que el Estado no puede renunciar dejándola en manos de los padres, que en última instancia viene a ser una nueva educación sexual, para construir un nuevo modelo de ser humano indiferente sexualmente”. “El feminismo político propone una visión radical de cómo ha de ordenarse un Estado, de cómo ha de ser la sociedad y de cómo nos definimos cada uno de nosotros”.
Kate Millet: “Uno de los derechos esenciales de los niños es el de expresarse sexualmente, probablemente entre ellos en un principio, pero también con los adultos. Puede existir una relación erótico-amorosa entre un niño y un hombre y entre una niña y una mujer”.
Sula Firestone: “Lo que hace a la mujer un sexo oprimido es la maternidad, una servidumbre reproductiva determinada por la biología”. “La familia es la causa de la existencia del tabú del incesto, el auténtico origen de la represión sexual percibida por el niño desde la infancia. Bastará por tanto con eliminar la familia biológica para eliminar el tabú del incesto, y en consecuencia inhibir los instintos reprimidos, o las pulsiones básicas de placer, que oprimen a los individuos y a la sociedad. La represión sexual precoz es el mecanismo básico en la construcción de las estructuras de poder, que sostienen la servidumbre política, ideológica y económica que sufren las mujeres”
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Marta Santín, Asesora de Prensa
